Este estilo está caracterizado por maderas con acabado natural o lavado, pero no con desgaste, para ello, se utiliza principalmente el haya y el abedul.
El nórdico es un estilo que trata de optimizar cualquier espacio por mínimo que sea, predominante para ello los tonos blancos o neutros con lo que se consigue aumentar la claridad del espacio haciendo que parezca más amplio.